A mediados de 2014, el labial matte comenzó a aparecer en los desfiles de moda -internacionales y nacionales- con frecuencia, captando la atención de los fans por colorear los labios. Al principio, las estrellas fueron los tonos nude. Luego los colores oscuros también ganaron el espacio en el nécessaire de maquillaje.
Atemporales, sea en la presentación barra (forma estándar), líquido o lápiz, este producto de fórmula seca se volvió el más querido por tener una alta pigmentación, larga duración y resistencia. Conocé seis trucos para sacarle provecho a este producto.
1. Prepará la boca
La opacidad –la principal característica del labial matte– puede incomodar a algunas personas, especialmente las que tienen labios resecos.
Para resolver este problema, lo mejor es preparar la boca con hidratante o balm suaves. Después, basta aplicar el labial elegido. Si creés que exageraste en la hidratación, presioná los labios contra un pañuelo de papel, para retirar el exceso.
2. Delineado estratégico
Gracias a su punta fina, el producto es capaz de dibujar la boca con más precisión y no tiende a borrarse con tanta facilidad.
Hay quienes aprovechan esa etapa para usar el lápiz en todo el labio y después aplicar el labial, lo que potencia la duración.
3. ¡Me equivoqué! ¿Y ahora?
Intentaste dejar el contorno perfecto, pero terminaste pasándote: ¡calma! Con un pincel fino y achatado, trabajá el contorno con un corrector líquido. Con una pequeña cantidad del producto, hisopo puede suavizar el contorno del labio.
4. A la hora de pasar
A causa de su textura cremosa, el labial líquido suele ser el preferido de las fans de productos matte. Cuando lo apliques, retirá un poco el exceso y llevá el pincel a la boca. Así, usás menos producto, resecás menos tu boca y conseguís llegar a la pigmentación deseada.
Las versiones en barra y en lápiz suelen ser más secas, causando cierta dificultad al pasar. Andá con calma y no hagas mucha fuerza, para evitar que el labial se quiebre.
5. Elección de los colores
Si nunca probaste las texturas, comenzá por los colores claros. Más fáciles de aplicar, funcionan como un test de adaptación.
Pero no dejes de probar los tonos más fuertes. Como una de las principales características del labial matte es la intensa pigmentación, vale la pena arriesgarse con rojos, vinos, morados y marrones. El acabado opaco –por ser más discreto– termina dando fuerza a quien acostumbra a tener cautela a la hora de usar maquillaje.
El acabado opaco deja un look sofisticado y es una carta bajo la manga en cualquier ocasión, sea con un maquillaje súper producido o incluso cuando sólo hay tiempo de corregir imperfecciones con corrector.
6. Después de la primera aplicación
A diferencia de los cremosos, que salen rápido de la boca, los mattes pueden quedar intactos durante horas. Pero es un hecho que, con el pasar de las horas, los labios pueden resquebrajarse, y el labial separase.
Esta es la señal de que estás a tiempo de repetir todo el proceso. Limpiá bien los labios (humedecá un papel y remové los residuos en el baño). Hidratá el delineado y aplicá el labial de nuevo. Listo, ¡perfecto una vez más!