El Andiroba es uno de los árboles más valiosos del Amazonas. Para los habitantes de la región, el óleo a partir de la semilla de esta planta es un poderoso remedio casero para tratar heridas en la piel e inflamaciones musculares y de garganta, además de funcionar como repelente de insectos.
Gracias a intensas investigaciones, Natura además descubrió propiedades cosméticas del líquido dorado. Por ser rico en limonoides y terpenos, el óleo restaura la piel y equilibra su sistema de defensa. El descubrimiento originó la línea Ekos Andiroba.
Recolección y secado
En el cultivo de Andiroba, los frutos caen al suelo, cerca de los propios árboles, y son recolectados por cooperativas socias de Natura, en el entorno de Belén (PA).
Después de ser recolectados, son lavados y descansan por 28 días. El secado de las semillas usualmente se da en invernaderos eléctricos, pero, debido al alto gasto energético, hubo necesidad de desarrollar alternativas que estuviesen disponibles localmente para las cooperativas.
Sin refinado químico
Con este objetivo, desarrollaron invernaderos artesanales con materiales disponibles en la región, como madera y plástico.
Después que las semillas se secan, se retira la pulpa, que es de donde se obtiene el óleo. El objetivo del secado es conseguir un líquido con bajo contenido de acidez, para no tener que pasar por ningún proceso de refinado químico.